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El sorprendente sanador Lino Tomasen de la calle Concordia en La Habana Cuba (+ Video)

Nada puede detener las creencias perennes del hombre en los milagros. Ni siquiera las ciencias más avanzadas que buscan respuesta a lo desconocido. La gente siempre va a creer en algo. O en alguien.
Ya sea Dios, Mahoma, Sai Baba o el recién beatificado Juan Pablo II. Y también en los curanderos. La curación que las ciencias médicas no siempre pueden dar, hace que enfermos del Sida o de tumores malignos, no conformes con esperar la muerte en cama, salgan a buscar remedios a como dé lugar.
Y corren en pos de un milagro. En Cuba hay varios curanderos asombrosos. Pero el mejor y más famoso se llama Lino Tomasén. Cerca de la paladar La Guarida, en la calle Concordia 410 entre Gervasio y Escobar, Centro Habana, tiene su consulta el doctor Tomasén.

Allí, en el barrio negro y marginal de San Leopoldo, en una sala con unas 40 butacas, Lino recibe a sus pacientes. Es una mezcla de ciencia, espectáculo y misticismo.
Diariamente, más de 100 personas son atendidas por Tomasén. La consulta es barata: 20 pesos (menos de un dólar). Desde horas tempranas de la madrugada, gente venida de todos los rincones del país, hacen cola para ser de los primeros.
Los enfermos graves, con cáncer avanzado, Sida o un tumor cerebral, tienen preferencia. En la espera, las personas no ahorran elogios para el hombre que cura con los dedos.
Ana, una señora con tres hijos que padecen asma crónica, si pudiese le erigiera un obelisco. “Gracias a Lino ya mis hijos no son asmáticos. Luego de cuatro consultas, el asma desapareció como por arte de magia. Ahora vengo para darle las gracias y regalarle una caja de tabacos Cohíba”, dice la mujer, sentada en el angosto pasillo que antecede al consultorio de Tomasén.
Lo que se habla de Lino raya con la fábula. Carlos, señor canoso y robusto, muestra una foto de un tipo arrugado y con la muerte reflejada en el rostro. “Ése era yo, seis meses atrás, cuando los médicos diagnosticaron mi caso sin solución. Tenía cáncer avanzado en los huesos. Con sus tratamientos, Lino me lo curó. En la última tomografía que me hice, el doctor se quedó sin habla y me preguntó: Carlos, ¿qué medicamentos ha tomado usted?. Le conté de mis sesiones con Lino. Tomó nota y anotó la dirección. Y me dijo que a partir de ahora, los pacientes que la ciencia no pudiera salvar se los iba a remitir a Lino Tomasén”.

Así por el estilo. Cuando usted aguarda el inicio de la consulta, escucha un sinfín de historias de enfermos al borde de la muerte o no podían caminar y hoy son personas saludables.
Cerca de las 8 de la mañana llega Lino Tomasén. Tiene maneras de profeta. Y no las oculta. En las sesiones de terapia constantemente se reafirma: “Yo soy el mejor, el primero en el mundo. Puedo curarlo todo, hasta el Sida. Soy la cumbre de la sanación”, repite Lino como un estribillo.
Tomasén es un negro alto, pasado de peso, lleno de collares y un tabaco que no se despega de su boca. Nació el 4 de diciembre de 1961, día de Santa Bárbara, que en la religión afrocubana es Changó, uno de los más poderosos orishas. Es médico de profesión. Según algunos galenos, ha sido proscrito por sus métodos no tradicionales de curación.
En rápidas sesiones que no sobrepasan los 5 minutos, Tomasén atiende a cada uno sus pacientes. De mirarlo, sin un historial clínico a mano, le dice su padecimiento. Ahora mismo, con una fuerza inaudita, carga a un señor de 120 kilos y con las yemas de sus dedos le palpa varias zonas del cuerpo.

Recomienda que vuelva. “Su caso es complicado, pero yo se lo curaré”, y le receta medicina verde. Del centenar o más de personas en la sala, casi todos son enfermos esperando su turno. Pero también hay curiosos, incrédulos y hasta extranjeros con problemas de salud de paso por La Habana, que por internet han conocido las curas milagrosas de Lino y deciden acudir a su consulta.
Osvaldo, viejo amigo del médico-curandero, cuenta que Tomasén vino al mundo marcado por una buena estrella. “Varios espiritistas le vaticinaron a la madre que iba tener un hijo prodigioso. Los augurios se fueron confirmando. Desde niño, Lino tenía el don de predecir cosas. Practicaba deportes y nunca se agotaba físicamente, era un portento. Ya en la universidad, sólo con pasarle la mano a sus amigos les curaba ciertas dolencias. Tomasén es un caso inexplicable, por ahora, de la capacidades extraordinarias que tienen determinados seres humanos”, apunta Osvaldo, graduado en biología y con doctorados en diferentes carreras científicas.

Mientras, Lino sigue en lo suyo. Atendiendo en cadena a sus pacientes, a quienes suele aplicarle una técnica denominada quiropraxis, basada en masajes por diferentes partes del cuerpo que combina con la digitopuntura, reflexología y un método asiático conocido como Chi Kung.
Por supuesto, Lino Tomasén tiene numerosos detractores. Muchos lo ven como un bicho raro. Algo que linda con la entelequia. Pero no son pocos los cubanos que cuando la ciencia los etiqueta para morir, a la carrera buscan respuesta en el consultorio de la calle Concordia 410.
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¡Escándalo en Marathon, Florida! Capturan a dúo de traficantes de cubanos. ¡No creerás lo que hicieron!

La Oficina del Sheriff del Condado de Monroe informó que Oreste Carvajal González, de 33 años, proveniente del Condado de Miami-Dade, Florida, y Roberto Carlos Medina Moreno, de 19 años, de Lakewood, Florida, enfrentan 23 cargos por tráfico de personas.
Los arrestos ocurrieron después de un incidente el 21 de julio de 2023, cuando una embarcación rápida que llevaba a 23 migrantes cubanos se quedó sin combustible en aguas cercanas a Marathon. En la operación de rescate participaron varias autoridades, incluyendo la Guardia Costera de los Estados Unidos, Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.
Previo al rescate, la embarcación en cuestión ya había sido marcada por la Oficina del Sheriff como sospechosa de tráfico de migrantes debido a incidentes pasados con las fuerzas de seguridad. Tras el rescate, se emitieron órdenes de arresto para Carvajal González y Medina Moreno, quienes también estaban a bordo de la embarcación. La Fiscalía del Estado, junto con diversas agencias federales, colaboraron en la investigación que llevó a su detención.
Ambos hombres son acusados de estar involucrados en actividades de tráfico de personas y fueron enviados a la cárcel para esperar futuros procedimientos legales. La situación ha atraído la atención de la opinión pública y las autoridades pertinentes están trabajando para llevar a cabo una investigación exhaustiva.
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Alexander Otaola se burla del arresto de Sophia Lacayo: “¡Hay que joderse!”

En un giro polémico en el ámbito político, Alexander Otaola ha utilizado las redes sociales para expresar su opinión sobre el arresto de Sophia Lacayo, excomisionada de Sweetwater y candidata a la comisión del condado. A través de su cuenta de Instagram, Otaola le envió un mensaje directo a @sashatirador diciéndole que busque donde meterse, ya que su candidata está en serios aprietos.
El arresto de Lacayo se produjo tras ser acusada de violar las regulaciones de financiación de campañas, enfrentando cargos relacionados con la presentación de informes falsos y eludir los límites de las contribuciones de donantes. Según fuentes policiales, el arresto tuvo lugar cerca del Aeropuerto Internacional de Miami, momentos después de regresar de un viaje en Europa.
Este no es el primer problema legal al que se enfrenta Sophia Lacayo, ya que en 2020, fue acusada de perjurio por proporcionar información falsa sobre su residencia para poder calificar como Comisionada de Sweetwater.
Aunque las autoridades no han proporcionado detalles específicos sobre las violaciones a la financiación de campañas que llevaron a su arresto, el panorama no luce alentador para Lacayo. En caso de ser declarada culpable, podría enfrentar severas sanciones, que incluyen multas sustanciales y posibles penas de prisión.
El caso de Sophia Lacayo se ha convertido en un tema candente en la arena política, atrayendo la atención de figuras como Alexander Otaola, quien no ha dudado en expresar su postura en las redes sociales utilizando el hashtag #hayquejoderse y mencionando su propio nombre, #alexotaola.
La situación de la excomisionada ha generado debate entre los ciudadanos y los políticos, quienes esperan ver cómo se desarrolla este caso y cuál será el resultado final en los tribunales. Mientras tanto, Lacayo enfrenta un camino difícil y lleno de incertidumbre en su búsqueda por mantenerse en la contienda política.